Guías y Tutoriales de Seguridad

Una VPN es como un cuchillo de cocina o un pasamontañas. Por sí solos no son ilegales, pero si los usas para cometer un delito, se convierten en una prueba de que tenías una mala intención.

La verdad sobre el "anonimato"

Una idea falsa muy común es que las VPN te hacen completamente anónimo. La realidad es que, técnicamente, nadie es 100% anónimo en internet. Siempre hay un rastro (tu dirección IP). Es cierto que una VPN hace que sea muy difícil rastrear ese rastro hasta ti, pero no es imposible.

Las empresas que ofrecen servicios de VPN son negocios que deben cumplir con la ley. Si un juez les pide información de un usuario, están obligadas a entregarla. Si usas una VPN para cometer un delito grave, las autoridades pueden colaborar con la empresa para identificarte.

Un ejemplo más simple: tu red WiFi

Tú eres el propietario de la red, como la empresa de VPN es la propietaria del "túnel"

Tú eres responsable de lo que sucede en tu red: Si un amigo que usa tu WiFi descarga contenido pirata, es tu responsabilidad. Aunque no seas tú quien lo hizo, la actividad está vinculada a tu conexión.

Lo mismo sucede con una VPN: Si usas una VPN y cometes un delito, la responsabilidad sigue siendo tuya. La empresa de VPN podría ser la que ayude a las autoridades a encontrarte.

Comparación con compartir tu red

Amigo o vecino: Compartir tu WiFi con un amigo es como usar una VPN legalmente para proteger tu privacidad. No hay un mal uso evidente, pero si tu amigo hiciera algo ilegal, la responsabilidad inicial recae sobre ti como propietario de la red.

Negocio del vecindario: Imagina que tienes una cafetería y le das acceso a tu WiFi a todos los clientes. Si un cliente comete un delito en tu red, la policía investigará tu negocio. La diferencia es que, si bien la responsabilidad sigue siendo tuya, no sabías la intención del cliente. El problema es cuando usas una VPN para cometer un delito, porque la intención era mala desde el principio.

Resumen de los escenarios de uso

Para ver contenido de otro país: Si usas una VPN para acceder a Netflix de otro país (por ejemplo, el de Estados Unidos) para ver una película que ya pagaste, estás violando el contrato con Netflix, pero no estás cometiendo un delito.

Para piratería: Si usas una VPN para acceder a una IPTV pirata o para descargar contenido con derechos de autor, estás cometiendo un delito, y la VPN será considerada una prueba de que intentaste ocultar tu actividad ilegal.

Para cometer delitos graves: Si usas una VPN para acceder a sitios de pornografía infantil u otros crímenes graves, la VPN se convierte en un agravante legal, ya que demuestra tu intención de cometer un delito mientras intentas ocultar tu identidad.

La trampa de las VPN "gratuitas"

A menudo, las VPN gratuitas te ofrecen el mismo servicio sin cobrarte, pero ¿cómo se mantienen? En la mayoría de los casos, estas empresas recogen tus datos de navegación y los venden a otras compañías para obtener ganancias. Si tu principal objetivo es la privacidad, es mejor pagar por un servicio confiable que no venda tus datos. Como dice el dicho: "si el servicio es gratis, el producto eres tú".