Guías y Tutoriales de Hardware

Cuando estos procesadores salieron, se descubrió que estaban funcionando con un nivel de energía (voltaje) que era demasiado alto. Esto hacía que los chips fueran inestables (la computadora se congelaba o aparecían las temidas "pantallas negras o azules de la muerte" y, peor aún, podían causarles un daño físico permanente por el exceso de calor y esfuerzo.

Intel, la empresa fabricante, reconoció el error y lanzó una especie de "parche electrónico" (lo que llamamos una actualización de la BIOS en la tarjeta madre). Esta actualización le decía al procesador: "¡Oye, usa menos energía, trabaja a un nivel seguro!". Para todos los chips que no se habían dañado todavía, el parche solucionó la inestabilidad.

El peligro de comprar usado

Cuando compras un procesador usado, no tienes forma de saber cómo fue tratado. El dueño anterior pudo haber usado el procesador durante meses con el voltaje demasiado alto sin instalar nunca el parche de seguridad. Si esto sucedió, ese chip podría haber sufrido un daño interno irreversible.

Aunque tú instales el parche y lo uses correctamente, el daño ya está hecho. El chip funcionará de manera inestable y podría fallar por completo en cualquier momento, dándote constantes pantallazos de error o fallos.

Comprar un procesador Gen 13 o Gen 14 usado es como comprar una lotería: Podrías tener suerte y conseguir uno que el dueño anterior cuidó e instaló el parche a tiempo, o podrías terminar con uno que está dañado por dentro y que te dará problemas tarde o temprano.

Por eso, si decides arriesgarte, aconsejo comprarlo en un lugar que te dé una garantía (una tienda de segunda mano confiable), para que si el chip falla, puedas devolverlo y recuperar tu dinero.